La única forma de empezar este comunicado es mostrando nuestro deseo de que nunca hubiera sido necesario.
La situación crítica que vive la comunidad educativa del CEIP María Zambrano nos empuja a denunciar el continuo incumplimiento por parte del departamento de Educación hacia este centro y la ya clara discriminación que sufre su alumnado.
La comunidad educativa de este colegio se pregunta qué es lo que puede causar este maltrato generalizado y repetido en el tiempo cuando familias, docentes y alumnado han demostrado una paciencia, respeto y adaptación en muchos casos incomprensibles ante los continuos desplantes, ausencias de respuesta y ninguneo que se está sufriendo por parte de la administración desde hace años.
Estamos en Parque Venecia, a 18 de agosto de 2021.
A falta de menos de un mes para el inicio del curso 21-22, las infraestructuras disponibles para el CEIP María Zambrano, formado por 12 grupos de una media de 23 alumnos cada uno, y equipo directivo y docente de alrededor de 15 personas, son 8 aulas prefabricadas y 1 módulo de 12 metros cuadrados que se usan como almacén de material educativo, de material de limpieza y sala covid, entre otros.
12 grupos de niños y niñas y más de una docena de docentes deben desarrollar el curso en 8 barracones, con la promesa de que el 7 de septiembre estos barracones serán 13, o lo que es lo mismo, un barracón por aula y un barracón adicional que va a hacer las veces de sala de profesores, despacho de dirección, orientación, espacio para alumnado con necesidades especiales, conserjería, sala para desdobles, almacén, biblioteca y cualquier otra necesidad que pueda surgir.
Y esta promesa, que sigue siendo una promesa, se antoja, además de insuficiente, ridícula. No se han iniciado los trabajos de adecuación del terreno, y han comenzado a picar unas zanjas en el centro del patio, por lo que todo indica que las aulas adicionales se van a instalar en el patio del colegio. Por lo tanto, es un derecho más que nuestro alumnado ve recortado, el espacio de juego. El patio es el único lugar donde se ha podido desarrollar psicomotricidad, bailes, fiestas, o actividades en común entre el alumnado del centro, y va a ser mermado fácilmente en 300 metros cuadrados, casi reducido a la mitad.
No nos basamos más que en hechos, ya que el año pasado, los trabajos para instalar 8 espacios prefabricados para 10 grupos y sus docentes no se iniciaron hasta el 12 de agosto, causando que el inicio de curso de niños de 2 y 3 años tuviera que ser en otro lugar. Lugar que acogió a 3 grupos durante todo el curso, separados del resto de sus compañeros y docentes, porque no se quisieron instalar 3 espacios más. Todo apunta a que este año no va a ser diferente en cuanto a planificación y va a ser previsiblemente peor en cuanto a distribución, sin espacio de juego adecuado, sin luz natural ni ventilación adecuada y con ratios superiores a las del curso pasado.
¿Hay algo más que nos puedan quitar? La dignidad la mantenemos intacta, porque somos familias orgullosas, que creemos firmemente en el proyecto de nuestro colegio, que no dudamos en responder cuando se nos pide ayuda, desde ayuda para equipar las aulas hasta para el aporte de material o de hidrogel que no ha sido provisto por el departamento de Educación.
Somos las familias junto con el centro las que han reclamado un medidor de CO2 que debía haber llegado hace meses pero no ha aparecido en listados y somos las familias las que siendo responsables y siguiendo el plan de contingencia del centro hemos mantenido los cierres de aulas al mínimo a causa de la pandemia. Las familias también hemos solicitado pacificar el camino de nuestros hijos e hijas hasta el colegio.
Estos pequeños logros, conseguidos con reclamaciones al Ayuntamiento se ven ensombrecidos con la gran asignatura pendiente, que es la del servicio del comedor. El departamento de Educación del Gobierno de Aragón hace oídos sordos a una petición que venimos haciendo desde el pasado curso: poder comer en las aulas o en un espacio habilitado para ello.
Escudándose en la burocracia necesaria para un parche que denominan temporal, se denegó en septiembre de 2020. Esta temporalidad que iba a ser de 1 año, va a ser finalmente de 3 años, dado que si el aulario de 9 unidades de infantil definitivo es construido para el curso 22-23, no podrá dar cabida a los 16 grupos que tendremos entonces, los barracones seguirán siendo necesarios y el desplazamiento del alumnado, inevitable. “Temporal” no es la palabra adecuada para describir todo el ciclo de segundo de infantil de una persona, su entrada al mundo escolar.
La instalación de una sala comedor en las prefabricadas y llevar la comida del comedor del CPI Parque Venecia a este espacio es una solución más económica y con menos riesgo que el desplazamiento del alumnado. Esto es más barato que incrementar el número de personal para el traslado seguro del alumnado o, como en otros casos, el coste en el que ha incurrido Educación cuando ha pagado autobús + comedor a alumnado que iba a otros centros. Con esta solución quien haga uso del comedor puede hacerlo a la hora que terminen las clases, se evitarían peligros innecesarios, se respetarían aforos y se ayudaría a descongestionar un comedor que ya está saturado. Con la situación sanitaria que vivimos, sería lo más adecuado.
Esto ha sido expuesto en varias ocasiones a la Secretaría General Técnica y al Servicio Provincial de Educación, no obteniendo respuesta alguna ni a una simple petición de reunión.
Sus responsables, Estela Ferrer e Isabel Arbués siguen abogando por que lo más adecuado es que el alumnado de 2 a 5 años recorra 600 metros diarios hasta el comedor del colegio más próximo.
Queremos expresar por supuesto, nuestro agradecimiento a la Policía Local de Zaragoza por haber acompañado a los niños, niñas y monitoras de comedor del colegio en este paseo diario.
La Ministra de Educación, Pilar Alegría, ha transmitido «tranquilidad, seguridad y confianza» para el curso que va a comenzar, agradeciendo también el “magnífico trabajo” de los docentes. Como firme creyente en que la educación es una de las “principales palancas” para la transformación del país y conocedora de primera mano de la problemática de nuestro barrio, la invitamos con mucho gusto a que nos use como ejemplo de transformación. A que apoye nuestro proyecto de convertirnos en un referente de excelencia en Educación no solo en Aragón, si no a nivel nacional, realizando la apertura del curso escolar 21-22.
El Presidente de la comunidad, Javier Lambán aboga también por una “normalidad completa” en este nuevo curso a la vez que muestra su preocupación por el descenso en la natalidad “y la bajada de alumnos […] que se sufre sobre todo en la ciudad de Zaragoza”. Quizá el señor Lambán no recuerda que realizó el acto de apertura del curso escolar 2019-2020 en el barrio de Parque Venecia, una excepción más que clara a esta afirmación tan rotunda. En lugar de cuidar a los barrios que sí fomentan la natalidad, los está castigando. Le invitamos a que pueda realizar la apertura del curso escolar en el CEIP María Zambrano para que pueda conocer de primera mano la situación demográfica que tenemos y que para nuestro distrito es motivo de alegría, aunque su gobierno la maltrate en términos de infraestructuras educativas hasta los niveles que estamos denunciando.
El Consejero de Educación, Felipe Faci, apuesta por volver a la normalidad en este curso, recuperando los espacios comunes: «Es imprescindible recuperar los espacios. Un centro educativo no son solo las clases en las que se imparte la docencia» Es irónico y discriminatorio que nuestro centro solo tenga aulas para nuestro alumnado y que no puedan completar su desarrollo en sus primeros años de escolarización por su gestión y su negativa a incrementar aunque sea en un espacio, la asignación de aulas a nuestro centro.
No pedimos un pabellón, no pedimos espacio de biblioteca, un auditorio o un laboratorio. pedimos un único espacio para poder hacer algo. Porque ante la adversidad, nuestro alumnado y personal docente han demostrado su plasticidad y capacidad de adaptación, que roza lo inimaginable, pero hay cosas que son simplemente, imposibles.
Como hemos adelantado al principio, con este comunicado queremos denunciar la situación que ha sufrido nuestro alumnado desde el comienzo. Todos los niños y niñas de Aragón tienen derecho al mismo trato y acceso a los recursos públicos, en cambio en nuestro centro se incumplen los compromisos de la administración de forma continuada.
El CEIP María Zambrano debería haberse inaugurado en septiembre de 2020, pero en su lugar casi 300 niños y niñas asisten a un centro en el que:
- no hay conexión eléctrica a la red porque sigue dependiendo de un generador de gasoil tras más de un año
- no disponen de una zona de juegos adaptada y segura: la dotación de material del patio es insuficiente, está plagado de más de una veintena de columnas con aristas que esperan ser forradas desde hace casi un año.
- van a ver, previsiblemente, cómo esta zona de juegos ya de por sí incompleta, se ve reducida por la instalación de aulas en lugar de instalar éstas en la zona del solar que hay disponible.
- no se va a disponer de ningún espacio específico para el alumnado con necesidades educativas especiales.
- no van a disponer de servicio de comedor en su centro, y la hora en la que podrán comenzar a comer está pendiente del número de usuarios del comedor vecino, que ya de por sí sufre problemas de masificación.
- no van a poder realizar actividades extraescolares con normalidad, debido a la falta de infraestructuras y a la limitación de espacio hasta en el patio.
- sus familias no van a poder acceder a servicios de conciliación al uso, debiendo la AMPA, junto con el centro y las empresas colaboradoras, realizar un esfuerzo inaudito para un colegio de nueva creación para poder ofrecer estos servicios a un precio asequible y con unos mínimos de calidad.
- la dotación de material de las aulas no ha llegado o está en otros sitios, siendo esta carencia en parte paliada por donaciones y por invertir dinero de subvenciones y concursos que la comunidad educativa se ha esforzado por conseguir y ganar.
Las familias no vamos a callar. No vamos a parar. No pueden quitarnos nada más, porque no tenemos NADA. Todo lo que se ha conseguido y la ilusión que tienen nuestras hijas e hijos en ir al colegio es gracias a la suma de la labor de un equipo docente que muestra devoción por esta tarea y la dedicación incansable de unas familias que no han dudado en responder cuando ha sido necesario, aportando, apoyando, saliendo a la calle o desde sus casas y balcones, para que esta situación vergonzosa no pueda ensombrecer los primeros años de escolarización de los niños y niñas de este colegio.
Las obras del colegio definitivo deben empezar en agosto según el consejero, pero hemos llegado a la mitad del mes y no ha cambiado nada.
Si todo el dinero que han y van a invertir en las prefabricadas se hubiera gestionado correctamente, este año podríamos estrenar el primer edificio del colegio.
En cambio ese dinero se va en parches que a veces no llegan, y cuando llegan, llegan siempre tarde. Y es un dinero que no sabemos cuánto es, porque aunque se ha consultado en varias ocasiones, nunca ha trascendido. Suponemos que es porque es tanto, que da vergüenza reconocerlo, y serviría para levantar un edificio, con aulas, gimnasio y comedor en el que podrían caber todos los grupos, docentes y personal, aunque apretados; y este comunicado, en ese mundo no ideal pero menos horripilante, no sería necesario.
Queremos lanzar una petición de ayuda al Ayuntamiento de Zaragoza, tanto a su equipo de gobierno, que ha tenido a bien apoyar económicamente a colegios cuando ha detectado carencias o discriminaciones con respecto a la realización de actividades extraescolares, como también a los partidos de la oposición. El grupo socialista municipal recientemente ha mostrado su preocupación por el retraso en la construcción de una escuela infantil municipal en este barrio, cuando la necesidad de infraestructura educativa más apremiante es la de dotar de espacios prefabricados y de un centro definitivo a toda la comunidad educativa del CEIP María Zambrano. Pueden trasladar esta preocupación por retrasos a sus colegas de partido en el Gobierno de Aragón, que acumulan un retraso de 2 años que afecta ya a 300 familias y cada año a 100 más.
Solicitamos el amparo del Justicia de Aragón, por la clara situación de discriminación que sufre nuestro alumnado y la falta de medios contra la pandemia, dado que con el aumento de ratio para este curso y la ubicación tan desfavorable de las nuevas aulas va a ser todavía más grave.
Por todo lo expuesto reiteramos nuestra solicitud de dignidad.
SOLICITAMOS UN ESPACIO EXTRA QUE PODAMOS USAR PARA COMER SIN SALIR A LA CALLE
- QUE PODAMOS USAR PARA REALIZAR ACTIVIDADES LOS DÍAS DE LLUVIA
- QUE PODAMOS USAR PARA LOS DESDOBLES Y QUE NUESTROS DOCENTES TENGAN UN ESPACIO DIGNO Y SUFICIENTE DONDE LLEVAR A CABO SUS FUNCIONES.
SOLICITAMOS QUE LAS OBRAS DE NUESTRO CENTRO COMIENCEN YA, Y QUE SE LICITE LA SEGUNDA FASE DEL COLEGIO, PORQUE LOS ALUMNOS QUE ESTRENARON EL CEIP MARÍA ZAMBRANO NO VAN A PISAR EL COLEGIO EN TODA SU VIDA ESCOLAR SI ESTO SIGUE ASÍ.
Y como ya no podemos perder nada más, porque no tenemos nada, lo que haremos será invertir nuestro tiempo denunciando oficialmente los incumplimientos e irregularidades que se vengan acometiendo de ahora en adelante, y sobre todo los accidentes que estas situaciones potencialmente peligrosas puedan generar. Denuncias que realizaremos como colectivo y también de forma individual por los cauces correspondientes, para intentar, por enésima vez, llamar la atención de forma continuada sobre la discriminación que estos aragoneses y aragonesas están sufriendo porque cualquier otro asunto parece prioritario ante que ofrecerles una experiencia educativa adecuada.
AMPA Claros del bosque del CEIP María Zambrano
